La era de hacer que los niños memoricen datos y obedezcan a los adultos a ciegas se ha vuelto obsoleta.
En este nuevo mundo todos los datos ya están en internet, y cada instante que pasa el numero de datos aumenta de manera exponencial.
Y si dejamos que los niños hagan lo que quieran, la mayor parte de las veces haran cosas increíblemente buenas.
Basta de usar el cerebro de los niños para almacenen datos, exploremos zonas del cerebro infantil maravillosas, como su curiosidad y su creatividad.
Escuchemos que es lo que les gustaría hacer o aprender y formemos un equipo con ellos para lograrlo, para averiguarlo.
Cuando ellos descubran las cosas desagradables que ocurren en el mundo, no debemos mentirles. Mejor proponerles que vean con objetividad científica esos problemas y entre todos, busquen soluciones.
Por eso me pareció muy bueno lo que está haciendo este profesor en Japón
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